"La manera más segura de alcanzar tus metas, es permanecer en contacto con tu propia voz interior, y no permitir que la opinión de otros te detenga! Aprende a escuchar tu corazón... ese no se equivoca! Mente y corazón en armonía, son la base de la inteligencia emocional."






viernes, 20 de septiembre de 2013

No estás deprimido, estás distraído....



No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla.

Distraído de la vida que te rodea: Delfines, bosques, mares, montañas, ríos. 




No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 5,600 millones.
Además, no es tan malo vivir solo. Yo la paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco; algo fundamental para vivir.


No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubistein interpretaba como nadie a Chopin a los 90. Sólo por citar dos casos conocidos.


No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni con un sólo pelo de tu cabeza por lo tanto no puedes ser dueño de nada.
Además la vida no te quita cosas, te libera de cosas. Te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones. 



No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mis abuelas, mi prima, mis amigos.

Ya me lo decían mis abuelas, que creían que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas, y nos aleja por que nos hace desconfiados.
Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será, y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible. Y sin esfuerzo porque te mueve la fuerza natural de la vida. El Universo te puso un ser humano a cargo, y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás. 




Además, la felicidad no es un derecho sino un deber porque si no eres feliz, estás amargando a todo el barrio. Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo. Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, por poner dos extremos... 


No estás deprimido, estás desocupado. Ayuda al niño que te necesita, ese niño será socio de tu hijo. Ayuda a los viejos, y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas. Además el servicio es una felicidad segura, como gozar a la naturaleza y cuidarla para el que vendrá. Da sin medida y te darán sin medidas.


Ama hasta convertirte en lo amado, más aún hasta convertirte en el mismísimo amor. Y que no te confundan unos pocos homicidas de la vida, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruyan hay millones de caricias, que alimentan la vida.



Ya lo decía Facundo Cabral.... no estás deprimido.... estás distraído....





... de tú mirada....



domingo, 8 de septiembre de 2013

Si los puntos suspensivos hablasen...


Y un día entras por la puerta de casa, dejas las bolsas en el suelo y miras a tu alrededor y ves que ya nada es lo mismo.

Otra vez a desilusionarse. Otra vez a perder las ganar. Otra vez a olvidarse. Otra vez a volver a recuperar la ilusión. Otra vez a creer que la próxima vez será diferente. Otra vez a decirse que la próxima vez no hará lo mismo, que no va a volver a caer en lo mismo. Otra vez a llorar. Otra vez a buscar para emocionarse con algo distinto.



Como si de una iluminación se tratase había descubierto que su corazón era divisible por la mitad. Y luego por la mitad de la mitad. Y luego por la mitad de la mitad de la mitad y así infinitamente. Nadie le había advertido que cada vez que hacia eso sólo podía querer por esa mitad.... ¿pero qué mitad? la mitad de la mitad? o ¿la mitad de la mitad de la mitad....? si hacía eso los sentimientos que podía albergar en él cada vez eran más pequeños... y esa era la parte que nadie nunca le preguntó....no era un ¿me quieres? o un ¿te ilusiona esto? era un cuanto quería, o cuanta ilusión, cuantas mitades juntas....

Lo que no sabía es que siempre había alguien en el mundo por mucho que ahora no lo viera capaz de juntar todas esas mitades. El momento sucedería cuando menos lo esperara....

Si no puedes hacer grandes cosas haz pequeñas cosas grandiosas. Llegará. Todo llegará.